Cuatro generaciones con una misma pasión
Hostal del Carme nace en 1961, pero su historia comienza mucho, mucho antes. Todo se inicia con nuestra bisabuela, Antonia, dedicando desde siempre todos sus esfuerzos en la cocina. Junto con su hija María, nuestra abuela, hicieron de criadas en Martorell hasta la llegada de la Primera Guerra Mundial, en 1914, que decidieron trasladarse a Tàrrega. Una vez instaladas, la bisabuela y la abuela, esta última también con su marido, abrieron el Hotel España. Este fue un famoso hotel, muy reconocido y aún recordado por todos los habitantes del municipio de Tàrrega.
Unos años después, la familia decidió probar nuevas experiencias y emprender un nuevo negocio familiar donde la cocina tradicional y las recetas familiares destacaran como valor principal. La idea era acercar el sector turístico en las tierras de Lleida, y dar a conocer las recetas tradicionales más destacadas de la familia. Fue así como, en 1961, construyeron un hotel restaurante en Tàrrega (Vilagrassa), el Hostal del Carme: un hotel rural con encanto, reconocido por una gastronomía de calidad y con los platos más tradicionales de la cocina leridana y catalana.
La bisabuela, la abuela y un año después Ana María, nuestra madre y ya tercera generación de la familia, formaban parte juntas de esta nueva aventura gastronómica. En aquellos tiempos, Hostal del Carme era una parada “obligatoria” de Lleida a Barcelona, debido a su ubicación. Situado en la nacional N-II, carretera que conectaba las dos provincias catalanas de este a oeste antes de construirse la autovía A-2. Todo el mundo hacía una pequeña parada en el Hostal del Carme. Sin embargo, el restaurante siempre ha destacado como espacio ideal para hacer todo tipo de celebraciones, llenas de encanto y pequeños detalles.
Los tiempos cambian y como no puede ser menos, nosotros también. Siempre nos hemos adaptado a todo tipo de situaciones, sabiendo sacar el Hostal del Carme adelante haciéndolo destacar como un restaurante de renombre. Eso si, sin dejar de lado los valores principales que nos hacen ser quienes somos. Un hotel rural pensado para un buen descanso, una cocina tradicional con recetas catalanas y productos de proximidad, y un gran espacio muy bien cuidado donde tener en cuenta todos los detalles, que harán especial cualquier tipo de celebración. Esto es Hostal del Carme y esto somos nosotros.
La familia sigue creciendo y nuestros restaurantes también. Fue así como decidimos ampliar el abanico de posibilidades gastronómicas y hoteleras en Tàrrega. Cuando la cuarta generación de la familia, Pere, Josep Mª y Marta, nos unimos en este negocio familiar, apostamos por abrir el restaurante La Granja y el Hotel Pintor Marsà en 1994 y finalmente, los apartamentos turísticos la Granja en 2004. Todos y cada uno de estos espacios, impregnados de nuestros valores familiares y tradicionales, los cuales nos han llevado hasta estar donde estamos.
Hoy, queremos seguir aportando al municipio de Tàrrega la gastronomía de calidad en un entorno rural y de proximidad. Todo empezó hace 100 años con nuestra bisabuela Antonia, siguiendo con la abuela María, nuestra madre, Ana María, y ahora Marta, una de las hijas y ya la cuarta generación de la familia. Estamos orgullosos de tener esta larga trayectoria familiar, donde en cada generación ha surgido la misma pasión por la cocina y esperamos que siga así durante muchas más generaciones. ¿Te quedas con nosotros?